De los 35 niños que fueron revisados y que presentaban patología neoplásica o malformativa, finalmente fue posible la intervención quirúrgica de 15 de ellos, con edades comprendidas entre 1 mes y 15 años. Este tipo de campañas médicas son muy intensas y requieren de gran dedicación por parte del cirujano, para optimizar al máximo el tiempo de estancia en el hospital, debido a la elevada demanda de su especialidad que existe en el centro.Ester Conde, por su parte, estuvo dedicada a apoyar diariamente el trabajo de la escuela Hospitalaria, en la que había 25 niños escolarizados con un programa escolar similar al de la escuela pública. En la escuela también hay otros 20 niños escolarizados con necesidades educativas especiales, ya que cuentan con alguna discapacidad derivada de su enfermedad o se encuentran en
fase de rehabilitación postoperatoria.
Ester también impartió tres charlas formativas al equipo docente, formado por tres profesores locales de fisioterapia y una religiosa teatina que se encarga de la dirección y coordinación de la escuela.
La mayoría de la población en esta región de África vive con muy pocos recursos y la incidencia de enfermedades como malaria, diarrea y desnutrición es muy elevada.Desde JCONGD agradecemos a Ester y Fernando su apoyo constante y entusiasta, así como a todas aquellas personas que han hecho posible su colaboración en Tanguièta.

Fotos: Fernando Rivilla


Ester Conde, psicopedagoga , y Fernando Rivilla, cirujano pediátrico, han estado dos semanas en Tanguiéta, en el interior de Benín, realizando una labor voluntaria junto a los profesionales del hospital y la escuela hospitalaria infantil.








