
Ester Conde, por su parte, estuvo dedicada a apoyar diariamente el trabajo de la escuela Hospitalaria, en la que había 25 niños escolarizados con un programa escolar similar al de la escuela pública. En la escuela también hay otros 20 niños escolarizados con necesidades educativas especiales, ya que cuentan con alguna discapacidad derivada de su enfermedad o se encuentran en
fase de rehabilitación postoperatoria.
Ester también impartió tres charlas formativas al equipo docente, formado por tres profesores locales de fisioterapia y una religiosa teatina que se encarga de la dirección y coordinación de la escuela.

Desde JCONGD agradecemos a Ester y Fernando su apoyo constante y entusiasta, así como a todas aquellas personas que han hecho posible su colaboración en Tanguièta.

Fotos: Fernando Rivilla