
Desde el movimiento del Comercio Justo denunciamos que, solo en esta región del planeta, 284.000 niños y niñas trabajan en la cosecha del cacao, más de 12.000 lo hacen en condiciones de esclavitud, sometidos a abusos y tráfico de menores. Las principales empresas chocolateras, que se comprometieron en2001 aerradicar estas prácticas, han postergado su cumplimiento hasta el 2020. Para ellas, la explotación infantil no parece ser una prioridad. Pero la ciudadanía y el movimiento del Comercio Justo no dejaremos de vigilar y de denunciar la explotación laboral infantil.
Por todo ello, porque creemos que podemos cambiar el mundo desde nuestro consumo, no queremos chocolate que resulte amargo para quienes lo producen. Nosotros elegimos Comercio Justo. Sabemos que el cacao de Comercio Justo representa algo más del 1% de la producción mundial. Son unas 40.000 toneladas de granos de cacao, cultivadas por personas que han recibido un salario digno, el mismo ellos y ellas por la misma tarea, en las que no ha habido explotación infantil y que han sido respetuosas con el medio ambiente. Queremos que, además de estas 40.000 toneladas, todo el cacao sea de Comercio Justo. Por eso os invitamos a uniros al movimiento del Comercio Justo durante todo el año.
Hoy celebramos y reivindicamos el Comercio Justo. Y lo queremos celebrar con un chocolate realmente bueno: Bueno para quien lo produce. Bueno para quien lo consume. Bueno para cambiar el mundo.
Campaña “Es Justo lo que necesitamos”.
Actualmente la Coordinadora de Comercio Justo tiene en marcha la campaña “Es Justo lo que necesitamos”. Con esta campaña se pretende destacar el Comercio Justo como una alternativa comercial que beneficia tanto al consumidor como al productor ya que garantiza sus derechos y una calidad de vida digna.
Se ha elegido el café porque, además de ser uno de los productos más significativos del Comercio Justo, es el segundo producto básico de mayor comercialización mundial, después del petróleo. Sólo en España se consumen cada año 200 millones de kilos de café. Su precio se fija en las bolsas de Nueva York y Londres, y está sujeto a una gran volatilidad. El Comercio Justo garantiza un precio estable a los grupos productores y superior al del mercado. Un estudio de la Plataforma Francesa de Comercio Justo concluye que en este sistema alternativo los campesinos reciben un 17% del precio de venta final, mientras que en el comercio convencional es de un 5%.
Se calcula que cada año la comercialización de café genera 52.000 millones de euros, controlada en su mayoría por cinco grandes empresas. Solo el 10% de esta cifra llega a los productores. El resto se queda en manos de los intermediarios.
Por ejemplo, el café de Etiopía, de una gran calidad y que se vende en países del Norte a un precio alto (se puede pagar hasta 15 euros el kilo), es producido por 1’2 millones de campesinos que reciben menos de 2 euros al día por su trabajo.
Por otra parte, la Organización Internacional del Trabajo estima que la mano de obra infantil representa en torno al 10% de las personas que trabajan en las plantaciones de café. El Comercio Justo garantiza que no se produce explotación laboral de niños y niñas.
Si quieres saber más sobre la comercialización internacional del café y los beneficios del Comercio Justo pincha aquí.
Foto y fuente noticia: Coordinadora de Comercio Justo